Casualidades de la Red.

Sin duda, los e-mails son la mejor forma de comprobar la teoría de "Six Degrees of Separation", sobre todo en el caso de las cadenas de correos, que llegan a ser muy fastidiosas y recibimos mil veces y de distintos lados las mismas cadenas.

Aunque no suelo responderlas, ante todo porque me resulta muy estúpido esas especies de amenazas acerca del amor y la suerte con la que suelen terminar estas misivas, tipo "Reenvía este archivo a 50 personas o no podrás encontrar pareja en toda tu vida -además de que Hacienda se quedará con todos tus bienes y no tendrás suerte ni encontrando tréboles de cuatro hojas". Lo dicho, todo un canto a la alegría, al buen humor... Sin nada de pesimismo. En fin, el caso es que ami me gusta leerlos... Sobre todo cuando tratan del horóscopo, ya de paso comento que soy una LEO de pura raza, porque no aciertan ni la mitad a pesar de todos los datos que dan.

¿Por qué comento esto? La semana pasada me agregó una dirección de correo desconocida al messenger, como siempre queda la bentida opción de No admitir contacto, una vez que ya está dentro decidí probar. Resultó ser un antiguo amigo mío que se marchó a Zaragoza para meterse en las Fuerzas Armadas y cuando leyó mi dirección de correo, decidió probar suerte a ver si era yo. Hay que ver las vueltas que da la red, gracias a que alguién me envió una de esas cadenas que tanto me fastidian, después de pasar por no-sé-cuántos usuarios llegó hasta él el mismo correo con cientos de direcciones apuntadas. Los hay con suerte.