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Resumiendo, a marchas aceleradas, tipo periodista que soy y que no llega al cierre de su edición (que es cierto que no llego).

El pasado 23 de Octubre, me encontré en 'La Azotea' un link sobre un artículo en elpais.com, y como cotilla que soy, lo abrí y me puse a leerlo... (¿defecto profesional? ¿algo de nacimiento? No sé, el caso es que si veo un link en un blog del que soy habitual, lo abro). El artículo va sobre dos de las mayores plagas que me encontrado como forera en la web: los trolls y los comentaristas agresivos.

Bien, empecemos por los primeros... ¿Qué son los trolls? Un aplauso al que haya pensado que son los monstruos de David el gnomo, porque apostaría algo al que el nombre les viene por ahí. El caso es que aunque algunos, los han clasificado ya por grupos, yo les encuentro tres características básicas:

  1. Hacen comentarios sin contenido mayoritariamente, y si lo tienen es del tipo ofensivo e hiriente.
  2. Son muy pesados (pesadísimos) no les basta con escribir un post/comentario diciendo su opinión... Mejor si son diez mil y desde distintas cuentas.
  3. La ortografía es pésima, no llega ni a lenguaje sms, es pasarse a la Real Academia por... la silla de montar.
¿Formas de eliminar a los trolls? De momento ninguna, se les puede bannear (prohibir que accedan desde una cuenta determinada a una web) pero siempre pueden hacerse una cuenta nueva, y si sus comentarios se eliminan, se pueden volver aún peores... De ahí una regla no escrita de los internautas:

El lema, es ese DON'T FEED THE TROLL, es decir, NO ALIMENTES AL TROLL, porque como dicen las abuelas: "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio".


Ya he hablado de los trolls, ahora, por selección ireniana (es decir, mía) les toca a los siguientes, que (y con todo el peso del diccionario) los denomino comentaristas toca-pelotas. ¿Y qué es un comentarista toca-pelotas? Creo que no hace mucho falta explicarlo, pero podemos decir que es el típico comentarista que lleva la 'Libertad de Expresión' a su máximo exponente, olvidando que toda libertad pierde el sentido cuando atenta contra la de los demás... Y eso puede ser perfectamente, metiéndose con los demás en la reb... (cyberbulling, si les apetece intentarlo en inglés. Eso sí, advierto que el palabro es mío). ¿Qué no es para tanto? ¿Qué como con los trolls se les ignora y ya pasará? Pues no, va a ser que no... Sino preguntenle al que registró la web de www.alasbarricadas.org, alguien hizo un comentario ofensivo sobre Ramoncín y el 'registrador' debe ahora pagar 6.000 €uros por algo que ni siquiera escribió él.

Luego también está el caso del blog de Iván Fresneda, que ha tenido que ir a juicio por un comentario dejado por un tal Ataulfo wevos largos (como vemos, este tipo tiene pinta de troll, fíjense en la ortografía y en lo 'sugerente' del nick) y fue condenado a pagar 200 €uros de multa porque el tal Ataulfo amenazó a su profesor de Filosofía. Ahora la que se asusta soy yo, pienso de manera frenética en borrar mi entrada "De la Ética Profesional" y finalmente decido que no lo voy a hacer; porque aunque a Iván le han quitado la multa por el comentario de Ataulfo, si que se ve obligado a pagar otros 200 €uros por criticar los métodos educativos del profesor. Eso sí, el blog ha crecido en número de visitas y el chico aparece ahora en el wikiquote.


Ahora llega el momento de la desesperación... Los blogeros y foreros normales ¿podemos hacer algo contra estos monstruos en caso de un juicio? Teóricamente, (y esto no lo sabía) hay una ley que nos ampara, sí, sí, una ley... la LSSI (que, por cierto, que mal suena porque a mí me recuerda a otra cosa con banda sonora de los Beatles), es decir, la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información, que se encuentra alojada en la web del Ministerio de Turismo (se ve que no tenían un sitio mejor) y les dejo a un click, con la recomendación de que le echen un ojo.


¿Conclusiones? Que vivan todos los monstruos cibernautas, pero que se ahorren intentar pasar por aquí.

1 comentarios:

M Maestre dijo...

Hablando de monstruos cibernáutas, el otro día se paso uno por aquí, muy conocido (se llama Anónimo) dejandome la siguiente delicattesen de comentario:

Más de mil visitas y, ¿sólo tienes un comentario o dos por escrito? Me parece raro...

No sé tú... "Anónimo", pero yo no posteo ni en la décima parte de las webs que visito a diario, y algunas veces los comentarios se los envió directamente al autor.

Pero bueno... ¡Ah! En algunas entradas no tengo ni comentario